La sed es el deseo de beber inducido por razones fisiológicas y conductales resultante de una deficiencia de agua que permite a las personas recuprar la perdida de fluidos.
Tomar agua es necesario para que todas las funciones de tu organismo marchen adecuadamente.
Si tú tienes la mala costumbre de no tomar agua o tomar muy poca, tienes que saber que entonces te estás perdiendo de los múltiples beneficios que conlleva tomar agua, ya que es un nutriente esencial para el adecuado funcionamiento de diversos procesos fisiológicos, como digestión, absorción, distribución de nutrimentos, transporte y desecho de elementos tóxicos.
Además, este líquido vital hará que tu hígado, riñones, sistema digestivo e inmunológico cumplan con sus funciones; y, entre otras cosas, lubrica tus articulaciones, mejora la resistencia de tus ligamentos, controla la temperatura corporal, mantiene los niveles adecuados de acidez en tu cuerpo y retarda los procesos de envejecimiento.
Por si fuera poco, este elemento básico es excelente colaborador cuando de perder peso se trata, ya que suprime el apetito, controla el hambre y ayuda a tu organismo a metabolizar la grasa acumulada.
Seguramente has escuchado que lo mejor es que bebas 8 vasos al día, como mínimo todo dependerá de tu peso a mayor peso mayor ingesta de agua.
Lo primero que tienes que hacer es determinar qué cantidad necesita tu organismo.
Lo recomendado son dos litros al día, pero esto puede variar dependiendo de cada persona.
Para calcular cuánto del líquido vital tienes que tomar es indispensable que dividas tu peso en kilogramos entre 30; así, por ejemplo, un individuo que pesa 80 kilogramos deberá tomar 2.6 litros de agua por día.
Ahora bien, si en realidad te cuesta mucho trabajo ingerir tal suma, sigue los consejos que aparecen a continuación:
Todo el tiempo ten cerca de ti un vaso con agua; por ejemplo, en la oficina, en tu escritorio, frente a la computadora, a un lado de la cama.
Debe beberse siempre como agua natural sin agregar, azúcar ni algún sabor ya que cambia su PH y no tendrá los mismos beneficios, te darás cuenta de que tu cuerpo se está acostumbrado a ella y terminando el mes, el agua te sabrá deliciosa.
Ten Presente el aporte calórico de las gaseosas para evitarlas. Cuando quieras beber algún refresco, piensa que si lo haces estarás ingiriendo casi 10 cucharadas de azúcar refinada, situación que no es saludable puesto que contribuye a desarrollar sobrepeso u obesidad.
Entre comidas toma la mayor cantidad de agua que puedas.
Cuando salgas de viaje no olvides llevar siempre una botella o recipiente con agua.
No esperes a tener sed para beber agua.
Entonces, no lo dudes más y comienza a incrementar tu consumo diario de agua para cubrir lo que requiere tu cuerpo.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.