miércoles, 24 de febrero de 2010

Trastornos de la Conducta Alimentaria.


Los desórdenes en la alimentación son un problema emocional y físico que está asociado a una obsesión por la comida, el peso corporal y la figura.
Los trastornos de la conducta alimentaria son complejos que emergen de la combinaciòn de factotes biológicos, emocionales, psicològicos interpersonales y sociales.
Las mujeres tienen más probabilidades que los hombres de tener trastornos de la alimentación. Suelen comenzar en la adolescencia.
La gente con trastornos de conducta alimentaria utiliza la comida y el control de la comida en un intento de compensar sus sentimientos y emociones.
Los factores psicològicos que contribuyen en forma importante son la baja autoestima, sentimientos de insuficiencia o falta de control de su vida, la depresiòn, ansiedad , enojo y soledad.
Los factores Sociales como las normas culturales que valorizan a la gente en base a su apariencia fìsica y no a sus cualidades y virtudes internas.
Factores biològicos.- En algunos individuos con trastornos alimentarios, se ha encontrado que ciertas substancias quìmicas del cerebro ( llamadadas meurotransmisonres ) que controlan el hambre el apetito y la digestiòn se encuentran desbalanceadas y se les da un valor genètico.
Las personas anoréxicas se obsesionan por lucir delgadas y nunca están satisfechas con su peso corporal.
Niegan tener un problema de peso y siguen ayunando y haciendo ejercicio de manera compulsiva.
La anorexia (falta de apetito) puede detener el crecimiento, debilitar los huesos y causar otros problemas médicos que afectan el cerebro y el corazón.
Normalmente, este trastorno da comienzo entre los 13 y los 18 años de edad.
Ciertos rasgos de la personalidad presentes en la infancia pueden incrementar las probabilidades de desarrollar estos comportamientos.
Aunque es menos común, la anorexia también ocurre en niños y niñas de primaria.
Un trastorno de la alimentación es un problema tanto físico como emocional, según todos los expertos.
Los padres quizás noten cambios obvios de apariencia, tales como una pérdida drástica de peso, y el ejercicio compulsivo.
Otros síntomas pueden ser la depresión, el retraimiento social o la atención excesiva a la comida y a las calorías. Estos son síntomas muy significativos para intervenir.
Si sospecha que su hijo o hija sufre un trastorno de la alimentación, obtenga tratamiento de inmediato.
Busque ayuda de su medico de familia o del Psicologo/a.
La meta de la intervención es ayudar a los niños a adquirir una imagen sana de sí mismos y una actitud positiva hacia la comida.
Hay que intentar llevar a cabo en el entorno familiar una dieta con una variedad de alimentos nutritivos y exprese la importancia de seguir una dieta equilibrada.
El ejercicio debe fomentarse como parte de un estilo de vida saludable.
Lo más importante que los padres centren su atención en brindar apoyo y en ser un buen ejemplo.
Los padres no deben criticar el peso ni los hábitos de alimentación de sus hijos de una manera dañina.
Los niños se darán cuenta de esto si oyen a sus padres criticar su propio peso obsesivamente o si tratan de controlar su dieta de un modo excesivo.
SEMANA DE LOS DESORDENES DE ALIMENTACION.-Del 22 al 28 de Febrero 2010.- La Semana de los Desórdenes de Alimentación esta designada para contribuir con los esfuerzos de prevenir desórdenes en la alimentación.
Una de las necesidades básicas del ser humano es la alimentación.
No solamente llena una necesidad biológica, sino que también cumple un propósito social.
A través de la comida la gente comparte, fomenta relaciones que los acercan, desde el nucleo familiar hasta las esferas más formales.
Sin embargo una actividad que trae satisfacción puede degenerar en situaciones problemáticas. Relacionado al comer podemos encontrar una serie de condiciones que afectan la salud y el estado de bienestar general del individuo.
Entre éstos están los desórdenes tales como la bulimia, la anorexia, el comer compulsivamente y la obesidad, los cuales han ido en aumento, muchos de los problemas de salud de nuestro tiempo están relacionados a problemas alimentarios.
Esta información nacional intenta dirigir la atención hacia los graves daños y las consecuencias que los desórdenes en la alimentación pueden dejar en el cuerpo y en la salud en general; sin olvidar el aspecto emocional que puede privar a las personas con desórdenes de alimentación de tener una vida feliz y productiva.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.

viernes, 12 de febrero de 2010

La Dislexia.

Etimológicamente la palabra dislexia quiere decir aproximadamente dificultades de lenguaje.
Una primera definición sencilla de la dislexia es la que nos dice que es el problema para aprender a leer que presentan niños cuyo coeficiente intelectual es normal y no aparecen otros problemas físicos o psicológicos que puedan explicar las dichas dificultades.
Según algunas estadísticas la dislexia afecta en mayor o menor grado a un 10% o un 15% de la población escolar y adulta.
Afecta en igual medida a niños y niñas, sin embargo es más frecuente en niños .
Dada la cantidad de alumnos que tienen dificultades escolares por esta causa es un factor relevante a tener en cuenta por el los profesores.
Según las estadísticas citadas se puede esperar que en cada aula de 25 alumnos haya al menos un niño con esta dificultad para el aprendizaje.
Siendo la dislexia en principio un problema de aprendizaje, acaba por crear una personalidad característica que en el aula se hace notar o bien por la inhibición y el retraimiento o bien por la aparición de conductas disruptivas, hablar, pelearse, no trabajar, como formas de obtener el reconocimiento que no puede alcanzar por sus resultados escolares.
La dislexia va unida en ocasiones a otros problemas de aprendizaje escolar, tales como la disgrafía (dificultades en el trazado correcto de las letras, en el paralelismo de las líneas, en el tamaño de las letras, en la presión de la escritura) y en fases posteriores aparece la disortografía (dificultades para el uso correcto de las reglas de ortografía, desde las que se llaman de ortografía natural a las de nivel más complejo.)
En ocasiones la dislexia va unida a dificultades de pronunciación, con mayor incidencia en la dificultad de pronunciación de palabras nuevas, largas o que contengan combinaciones de letras del tipo de las que le producen dificultades en la lectura.
En el aula la dislexia se puede detectar inicialmente por el retraso en el aprendizaje de la lecto-escritura, las peculiaridades que se dan cuando consigue iniciar el aprendizaje, la lentitud, la tendencia al deletreo, la escasa comprensión lectora debida a la falta de ritmo , la ausencia de puntuación.
A medida que los cursos pasan, los problemas se agudizan, ya que el estudio, y el trabajo escolar en general se basa en las habilidades que el niño no tiene y se retrasa progresivamente.
Así, la dificultad lectora, la escasez de comprensión, llevan a malos resultados escolares, mal autoconcepto, actitudes de desgana y conductas en ocasiones, disruptivas, perturbadoras del buen funcionamiento del clima del aula.
Ocurre con gran frecuencia que al niño se le tacha de vago, distraído y se atribuye a estas características su mal funcionamiento escolar, presionándole para que trabaje, atienda, y de alguna manera menospreciándolo por su incapacidad para aprender.
Hay que tener en cuenta que la realidad es justo al revés, ya que las características de distraibilidad es consustancial al síndrome disléxico y si bien es una dificultad para el aprendizaje, no es algo que el niño pueda controlar voluntariamente y cuya mejora debe entrar dentro del esquema de tratamiento del problema.
La dislexia se presenta en muchos grados, desde pequeños problemas superables en breve plazo, hasta una dificultad que se arrastra de por vida y que se aproxima como en un continuo hacia la disfasia, que es un problema más grave y profundo de todas las áreas de lenguaje.
De cualquier modo, con la iniciación del tratamiento con suficiente precocidad se suelen derivar resultados positivos y una clara mejora en el rendimiento escolar.
La mayor o menor efectividad va a depender de factores tales como la profundidad del trastorno, el nivel de motivación, grado de implicación de la familia y el profesorado, adecuado diagnóstico y tratamiento, duración y seguimiento del trabajo.
Los estudios coinciden en señalar que el hemisferio izquierdo está especializado en el procesamiento lingüístico, así como en el procesamiento analítico, lógico y secuencial o serial de la información. El hemisferio derecho está mas relacionado con actividades de tipo espacial, como la percepción de la profundidad y de la forma.
En nuestro sistema educativo se da por supuesto que la responsabilidad de la enseñanza recae sobre el profesor más que sobre los padres.
En el caso de los niños disléxicos, suele recaer sobre el especialista (psicólogo, pedagogo, profesor especializado).
Para los profesionales de la enseñanza es importante detectar los problemas de dislexia si quieren contribuir a su solución y no aumentar los problemas que estos niños tienen en este área de aprendizaje tan crucial en nuestro sistema de enseñanza.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.

viernes, 5 de febrero de 2010

Mal Aliento o Halitosis.


Es importante notar que, mientras la higiene oral inadecuada y la salud bucal deficiente pueden a menudo crear las condiciones ideales para el desarrollo de halitosis (mal aliento).
Es uno de los problemas màs frecuentes ya que afecta al 50 % de las personas su causa es muy diversa el 90 % de los casos es por problemas bucales como las caries dentales.
La putrefacción bacteriana de las sustancias químicas es la que causa mayormente la halitosis.
La saliva contiene proteínas, carbohidratos e inmunoglobulinas que interfieren con el metabolismo de las bacterias y con la adherencia bacteriana a las superficies orales, y que en algunos casos son bactericidas.
Además, el rol de la saliva como un solvente en el ambiente oral químico, sirve para controlar el olor bucal; los compuestos volátiles disueltos en la saliva no huelen hasta que se hayan evaporado en el aire bucal y nuestras mucosas nasales alcanzan a registrar los químicos evaporados en el aire.
Es lógico, entonces, que si se reducen sus concentraciones en la saliva por medio de la estimulación del flujo salival, será más difícil para la presión de vapor en la boca, causada por la inhalación o exhalación, evaporarlos en el aire bucal, de modo de hacerlos menos detectables para nosotros y para otras personas.
Los productos refrescantes del aliento tienden a ser bactericidas y a estimular la secreción salival.
La masticación de chicle también estimula el flujo salival (y la eliminación de bacteria acumulada), la capacidad buffer o neutralizante, y la concentración de factores de defensa oral críticos; el chicle sin azúcar es menos cariogénico que el chicle con sacarosa y otros azúcares, pero tiende a elevar el pH oral.
Otras causas bucales de la halitosis pueden ser la ulceración a causa de diabetes, herpes o trauma, las complicaciones postoperatorias de una amidalectomía, o cirugía reconstructora oral, cánceres bucales, abscesos dentales, candidiasis, alimentos impactados, restauraciones inapropiadas de los dientes, uso de productos de tabaco y dentaduras sucias.
Desde hace siglos se ha reconocido que los alimentos ricos en compuestos de sulfuro, como ajos, cebollas o curries (que contienen ambos), son otras de las causas de olor desagradable, una vez que se han absorbido los alimentos al torrente sanguíneo, sus productos metabolizados se transfieren a los pulmones, donde se expulsan.
Los olores continuarán hasta que el cuerpo elimine el alimento.
Finalmente cualquier número de medicamentos (entre ellos, disulfiram, dinitrato de isosorbide, amonio triclorotelurado, incluso la tetraciclina), puede provocar halitosis como efecto secundario.
Tambièn el olor a cetona del aliento de los pacientes diabéticos, y el olor cetósico del aliento de los anoréxicos y de algunos de los que están a dieta por comer con poca frecuencia.
Cepíllese tres veces al día con una pasta dental con fluoruro para remover las partículas de comida y la placa dental, si no se cepilla ni usa el hilo dental diariamente, se le quedarán partículas de alimentos en la boca que acumularán bacterias que causan el mal aliento.
Los alimentos que se acumulan entre los dientes, en la lengua y alrededor de las encías se pueden descomponer y dejar un olor desagradable.
Tambièn la saliva es necesaria para limpiar la boca y remover las partículas que pueden causar olor.
Es esencial mantener una buena salud oral para reducir el mal aliento. Programe visitas regulares al dentista para recibir limpiezas profesionales y chequeos.
Si el mal aliento persiste, vaya a ver a su médico de su confianza para determinar la causa que lo origina.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.