Desde tiempos prehispánicos los charales han desempeñado un papel
importante en la alimentación de los mexicanos; Su nombre científico es: “Chirustoma Jordani” y el nombre popular con el que se le conoce, procede del tarasco “Charare”.
Son peces pequeños,
procedentes de agua dulce y clara, de color blanco plateado, de unos 5
cm de longitud, y se venden frescos o secos.
Estos últimos se
deshidratan al aire libre y luego se someten a una fuerte concentración
salina para poder conservarlos hasta por un año.
Además de ser ricos
en calcio, potasio, fósforo, sodio, hierro, magnesio, yodo, niacina y
vitaminas C, E, B y A, imprescindibles en el desarrollo del sistema
nervioso, los charales secos contienen proteínas de alto valor
biológico, pocas grasas, nada de hidratos de carbono y una gran cantidad
de aceites omega 3.
Por su carne magra y de fácil digestión se pueden
incluir en los regímenes de adelgazamiento y en los de personas
convalecientes, además de que ayudan a reducir los niveles de
colesterol y las enfermedades cardiacas, entre otras prevenir anemia y osteoporosis ; siempre y cuando se preparen al
vapor, al horno o asados, porque capearlos incrementa las calorías y la
grasa.
Antes de prepararlos
conviene remojarlos para reblandecerlos y eliminar el exceso de sal.
No se recomiendan para
pacientes con hipertensión arterial; tampoco en casos de cirrosis,
insuficiencia o daño renal e hiperuricemia.
No lo deben consumir quienes
sufran de gastroparesia, fístula intestinal, diverticulitis,
esofagitis, ni los alérgicos a los mariscos.
Para su preparación se lavan cuidadosamente, se les quita la cabeza , se pueden comer sin problemas y así se hace con el producto seco, se preparan de
diversas formas, con nopales, con papas en salsa verde o morita, se
pueden hacer tortitas en salsa, con huevo, en tamales, capeados o
bañados con limón como botana.
La combinación de los ingredientes de este platillo ofrece un sabor fuerte, diferente y delicioso, tradicional de nuestra cocina Mexicana, además de aportar un valor nutricional alto.
Alimentarse adecuadamente es una necesidad básica del ser humano que influye de manera directa en su salud y calidad de vida.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.
jueves, 16 de mayo de 2013
miércoles, 1 de mayo de 2013
Necesario aumentar el consumo de DHA en niños Mexicanos.
Los ácidos grasos Omega 3 como el DHA (Ácido
docosahexaenoico), son esenciales para el desarrollo mental y visual
durante los primeros años de vida del niño, que son los años críticos para
el desarrollo de estructuras cerebrales que alojan funciones cerebrales
superiores como concentración, memoria y aprendizaje; ya que el cerebro
se desarrolla en un 85% durante los primeros cinco años de vida.
Se recomienda que la ingesta diaria de estos neuronutrientes oscilen entre 70 a 100 mg., para logarar estos objetivos se requiere de una información tanto a los profesionales de la salud como a los padres de familia, para adaptar la alimentación de sus hijos en función de alcanzar diariamente los niveles recomendados por los expertos mundiales como son la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO), así como de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria Alimentaria (AFSSA).
Los pediatras recomiendan que se incluya en la alimentación de los niños alimentos con DHA como pescados de aguas frías (salmón, trucha, mero, sardinas, anchoas, atún, lubina ,bacalao, macarela y los arenques ), ya que nuestro organismo no produce este neuronutriente directamente y en cantidad suficiente.
El DHA está altamente concentrado en el cerebro, en donde ayuda a las células del cerebro a comunicarse entre ellas, que dan como resultado la aptitud para ver.
La retina tiene la concentración más alta de DHA en el cuerpo, es importante para tener agudeza visual, la habilidad para ver claramente.
Esto es de esencial importancia para las mujeres embarazadas que deben suministrar DHA para el feto en desarrollo.
Si no obtienen DHA de los alimentos que consumen, el feto absorbe DHA de los tejidos de la madre. Después de varios embarazos, este proceso agota las provisiones de la madre.
Estudios recientes han demostrado que el DHA es la base para la elaboración de una sustancia llamada neuroprotectina D1, que reduce la producción de la proteína responsable de la enfermedad de Alzheimer. La neuroprotectina protege las células del cerebro contra otros subproductos celulares dañinos, prolonga la vida de las células del cerebro y reduce la inflamación, que son procesos que ocurren al empezar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
El DHA se encuentra casi exclusivamente en el pescado y en los mariscos crustáceos que son unas fuentes naturales únicas de omega 3 DHA, sin embargo el consumo de estos productos del mar en la población infantil mexicana es muy bajo.
Las encuestas recientes de alimentación y nutrición en la República Mexicana revelaron datos sumamente preocupantes sobre el bajo consumo de pescado sólo 18.7% de las familias lo consumen de una a dos veces por semana todo esto a pesar de ser un país de litorales con una gran diversidad y producción de recursos marinos es necesario dar a conocer los beneficios que este tipo de alimento aporta para una buena salud.
Se debe aumentar a un consumo mínimo de 3 o 4 raciones de pescado a la semana, o 1-2 veces en niños hasta 2 años, aseguramos las necesidades de DHA que necesitamos durante la vida y en determinados estados fisiológicos como el embarazo o la lactancia.
El consumo de omega 3 DHA está recomendado durante toda la vida, desde niños hasta adultos, dentro de una dieta variada, saludable y equilibrada.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.
Se recomienda que la ingesta diaria de estos neuronutrientes oscilen entre 70 a 100 mg., para logarar estos objetivos se requiere de una información tanto a los profesionales de la salud como a los padres de familia, para adaptar la alimentación de sus hijos en función de alcanzar diariamente los niveles recomendados por los expertos mundiales como son la Organización para la Alimentación y la Agricultura de las Naciones Unidas (FAO), así como de la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) y la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria Alimentaria (AFSSA).
Los pediatras recomiendan que se incluya en la alimentación de los niños alimentos con DHA como pescados de aguas frías (salmón, trucha, mero, sardinas, anchoas, atún, lubina ,bacalao, macarela y los arenques ), ya que nuestro organismo no produce este neuronutriente directamente y en cantidad suficiente.
El DHA está altamente concentrado en el cerebro, en donde ayuda a las células del cerebro a comunicarse entre ellas, que dan como resultado la aptitud para ver.
La retina tiene la concentración más alta de DHA en el cuerpo, es importante para tener agudeza visual, la habilidad para ver claramente.
Esto es de esencial importancia para las mujeres embarazadas que deben suministrar DHA para el feto en desarrollo.
Si no obtienen DHA de los alimentos que consumen, el feto absorbe DHA de los tejidos de la madre. Después de varios embarazos, este proceso agota las provisiones de la madre.
Estudios recientes han demostrado que el DHA es la base para la elaboración de una sustancia llamada neuroprotectina D1, que reduce la producción de la proteína responsable de la enfermedad de Alzheimer. La neuroprotectina protege las células del cerebro contra otros subproductos celulares dañinos, prolonga la vida de las células del cerebro y reduce la inflamación, que son procesos que ocurren al empezar el desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.
El DHA se encuentra casi exclusivamente en el pescado y en los mariscos crustáceos que son unas fuentes naturales únicas de omega 3 DHA, sin embargo el consumo de estos productos del mar en la población infantil mexicana es muy bajo.
Las encuestas recientes de alimentación y nutrición en la República Mexicana revelaron datos sumamente preocupantes sobre el bajo consumo de pescado sólo 18.7% de las familias lo consumen de una a dos veces por semana todo esto a pesar de ser un país de litorales con una gran diversidad y producción de recursos marinos es necesario dar a conocer los beneficios que este tipo de alimento aporta para una buena salud.
Se debe aumentar a un consumo mínimo de 3 o 4 raciones de pescado a la semana, o 1-2 veces en niños hasta 2 años, aseguramos las necesidades de DHA que necesitamos durante la vida y en determinados estados fisiológicos como el embarazo o la lactancia.
El consumo de omega 3 DHA está recomendado durante toda la vida, desde niños hasta adultos, dentro de una dieta variada, saludable y equilibrada.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.
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