Primero, ¿qué es el alcohol? El alcohol es un depresivo que proviene de fuentes orgánicas como uvas, granos y bayas. Estas se fermentan o destilan hasta formar un líquido.
El alcohol afecta el sistema nervioso central y el cerebro. Puede hacer que las personas se tranquilicen, se relajen y se sientan más cómodas o puede volverlas más agresivas.
Desgraciadamente, también reduce las inhibiciones, lo que puede dar paso a una conducta peligrosa o vergonzosa. El alcohol es una droga y su consumo es legal sólo para personas mayores de 21 años.
Además el alcohol afecta todo tu cuerpo. Se transporta en la sangre hacia el cerebro, el estómago, los órganos internos, el hígado, los riñones y los músculos. Se absorbe rápidamente (toma tan poco como 5-10 minutos) y puede permanecer en tu cuerpo durante varias horas.
Los adolescentes que toman alcohol en exceso tienen los mismos riesgos de salud a largo plazo que los adultos alcoholicos.
Esto significa que tienen un riesgo mayor de desarrollar cirrosis del hígado, pancreatitis, derrame hemorrágico y ciertos tipos de cáncer.
Los adolescentes que usan alcohol tienen una mayor probabilidad de estar sexualmente activos, lo que los coloca en un riesgo mayor de contagiarse con infecciones sexualmente transmisibles o adquirir VIH.
Un estudio demostró que los estudiantes diagnosticados con abuso de alcohol tenían una probabilidad cuatro veces mayor de sufrir depresión que los que no tenían un problema de alcohol.
Los adolescentes que usan alcohol tienen una mayor probabilidad de estar sexualmente activos, lo que los coloca en un riesgo mayor de contagiarse con infecciones sexualmente transmisibles o adquirir VIH.
Un estudio demostró que los estudiantes diagnosticados con abuso de alcohol tenían una probabilidad cuatro veces mayor de sufrir depresión que los que no tenían un problema de alcohol.
El alcoholismo también ocasiona enfermedades, problemas emocionales, laborales y legales, gastos innecesarios y hasta impotencia sexual.
El beber consistentemente y en forma sostenida puede con el transcurso del tiempo causar síntomas de supresión durante los períodos de no tomar y un sentido de dependencia.
Los factores descritos son determinantes para que alguien se intoxique, lo que comúnmente nombramos borrachera, o bien, alcance el nivel de congestión alcohólica, situación extrema en la que se altera el funcionamiento normal del cuerpo y se presentan una serie de reacciones que ponen en riesgo la vida de una persona.
La enfermedad dependerá del hábito de beber de cada individuo es importante buscar ayuda ya que esta situación afecta a toda la familia, lo mejor será acudir lo antes posible ya sea con un médico o grupos de ayuda de AA para este problema social.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.
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