Adolescentes vestidos de negro, con sus ojos maquillados, los flequillos en el ojo y la mirada triste.
Se trata de una nueva e inquietante tribu urbana, los "emos" (abreviatura de emotional , en inglés), que cuenta con cultores en todo el mundo y que cada día gana nuevos adeptos.
Debido a sus estrafalarios peinados y su andar afeminado, los "emos" muchas veces son comparados con los "metrosexuales" (hombres que cuidan mucho su estética, y terminan brindando un aspecto femenino).
En general, los "emos" son altos y delgados y se dejan el pelo largo, para ocultar sus rostros.
Su pelo fuertemente engominado con flequillo por delante del ojo, una extraña mezcla entre ropa rosa y negra, pantalones ajustados, piercings en los labios, alguna cadena colgando del cinturón y todo esto junto a las famosas zapatillas Converse.
Los "emos" se definen como personas sensibles. El mundo que los rodea no los comprende y, quizá por eso, tienden a victimizarse. Frases como "la gente nos discrimina".
La mayoría de los "emos" consultados admitieron que se llevan muy mal con sus padres y que casi no tienen diálogo con ellos. "Ellos no nos entienden", dicen.
Los padres tienen que ser capaces de ofrecerles a sus hijos un lugar en el mundo con algo más de la luz que estos nuchachos necesitan.
El Emo empezó por allá de los años 80, cuando a un tipo se le ocurrió mostrar sus sentimientos y mezclarlos con el Punk y el Hardocre.
Y es que esto es falso, toda la música expresa sentimientos... Pero los Emo piensan que lo único que expresa un sentimiento es lo que ellos sienten. El grito de los "emos" encarna un profundo dolor.
Hay muchos "emos" que se cortan los brazos para expresar el dolor que llevan adentro por lo general usan piercings y tatuajes.
Conozca el estilo para vestir de estos jóvenes aparentemente amantes de la tristeza y la desesperanza.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.
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