martes, 29 de diciembre de 2009

Propósitos para un Año Nuevo.


Diciembre, no es simplemente un mes más del calendario, es la fecha en que los seres humanos tenemos la oportunidad de reflexionar y hacer cuenta de nuestras obras y acciones realizadas durante todo el año.
Enero que está próximo a llegar, marca el inicio de un nuevo comienzo, principia el 2010 y con él la oportunidad de renovar nuestros valores, iniciar planes y propósitos con el anhelo de trabajar cada día en ellos y cristalizar las metas que cada uno se imponga.
El festejo de año nuevo es símbolo de unidad familiar, en donde los integrantes de la misma se reúnen para compartir la mesa que se enriquece con los platillos que son elaborados con esmero y cariño para el deleite de los invitados.
Fielmente realizamos la tradición de comer doce uvas los últimos segundos del año como símbolo de esperanza, con cada campanada y cada uva pedimos secretamente la realización de nuestros anhelos, propósitos y sueños más profundos que aún no han sido realizados y que se espera que el año entrante se tenga la dicha de ello.
Este rito tiene su origen en los años veintes cuando algunos vinateros españoles que necesitaban deshacerse del excedente de uvas, comenzaron a repartirlas nombrándolas las uvas de la suerte que representaban la prosperidad y la abundancia.
La Religiòn Católica tienen como rito encender las velas de la corona de adviento que significa la Luz y la Vida, está corona se prepara para recibir el nacimiento del niño dios y permanece encendida hasta el año nuevo.
Existen un sinfín de ritos que cada familia realiza supersticiosamente para atraer la buena vibra; hay quienes barren las entradas de las casas, los que salen con las maletas para augurar viajes durante todo el año, los que adquieren figuras de borreguitos para que no falte la “lana” el siguiente año, los que utilizan prendas íntimas de diferentes colores para atraer ya sea al amor o al dinero.
Estos ritos pudiesen parecer un claro ejemplo de tradiciones, son aceptados por la sociedad porque la única finalidad que tienen es sembrar entre los practicantes la unión y el nacimiento de la esperanza, valores que todas las personas necesitamos sentir en algún momento de la vida.
La última noche del año es una de las más especiales, se tiene un sentimiento encontrado, por un lado la alegría de haber vivido un año más en el que se aprendió y con suerte y esfuerzo, posiblemente se cumplieron algunos de los propósitos impuestos el año pasado, también es especial porque nuevamente hay unión entre los integrantes de la familia, amigos y seres queridos.
Pero por otra parte se presentan los momentos nostálgicos y melancólicos especialmente si durante en el transcurso del año se perdió a un ser especial que ahora no se encuentra físicamente y que sin embargo jamás dejará de estar en los corazones de quienes le recuerden.
El 31 de diciembre es la mejor fecha para celebrar y reír, dejar salir los sentimientos y emociones, para externar a los seres queridos cuán importantes son en nuestras vidas.
Conforme se acerca el último día del año, la gente se prepara para esta celebración.
La idea es simple, hacer una serie de metas o promesas que nos hacemos a nosotros mismos para mejorar en algún aspecto, generalmente personal, como la salud, la apariencia o la economía, simbólicamente es una oportunidad para dejar atrás los malos hábitos y equivocaciones del pasado, y aprovechar un nuevo año para comenzar de cero.
Es el momento de realizar brindis y más que obsequiar regalos, es tiempo de dar abrazos sinceros y palabras que regocijen y motiven el espíritu y el alma para iniciar con energías renovadas un año más.
No olvidemos llamar aquel amigo (a) que sabemos que està solo, compartamos con ellos el queso, el vino y el pan y los momentos de nostalgìa y a la vez de alegrìa por una año que comienza y el otro que se va.
Deseo que para los buenos momentos tengan gratitud, para los malos, mucha esperanza y para cada día una ilusión.
¡En horabuena y Feliz Año Nuevo!
Dra. Alma Villarreal Navarrete.

jueves, 17 de diciembre de 2009

Cuide su salud en Navidad.


Durante las fiestas de Navidad y Año Nuevo, la mayoría de personas descuidan su salud excediéndose con las comidas y bebidas, abandonando las dietas y olvidando los tratamientos médicos prescritos.
Los excesos y descuidos de la época, hacen que el organismo sufra las consecuencias y finalmente los abusos terminan pasando factura a la salud de millones de personas alrededor del mundo, se puede disfrutar sin comprometer la salud.
Las fiestas de fin de año pueden ser peligrosas, sobre todo para quienes padecen enfermedades crónicas como diabetes, hiperlipemias, hipertensión, etc, ya que después de una acumulación de comidas, cenas y bebidas típicas de la época, los valores de presión, triglicéridos, colesterol, etc., pueden sufrir alteraciones y causar un impacto negativo en la salud.
Quienes siguen algún tipo de tratamiento, especialmente los ancianos y niños, no deben abandonarlo en estas fechas, pues el que sea Navidad no significa que puedan tomarse unas “pequeñas vacaciones“, es muy importante, que estas personas continúen con el tratamiento farmacológico y con sus hábitos dietéticos, para evitar descompensaciones.
El excesivo consumo de alcohol, las pocas horas de sueño y las cenas y comidas copiosas altas en grasas, sal, azúcares, etc., son algunos abusos de las fiestas de fin de año que perjudican la salud.
En Navidad se dispara el consumo de bebidas alcohólicas, llegando a los niveles más altos, por lo que aumentan las intoxicaciones en un 20%, así como los accidentes de tráfico vinculados a las mismas.
Alergias Alimentarias.- Durante este periodo es habitual comer alimentos poco frecuentes en la dieta, por lo que terminan desenmascarando algunos padecimientos alérgicos.
Trastornos digestivos.-Los trastornos digestivos por las grandes comilonas de fin de año son muy frecuentes, generalmente en esta época hay alimentos más difíciles de digerir, debido a las grasas, ciertos minerales y toxinas que algunos contienen.
La ingesta desmedida de comidas y bebidas alcohólicas irritan el organismo provocando distintas alteraciones gástricas, como dispepsia, reflujo esofágico, flatulencia, vómitos, diarreas, entre otros.
Para evitar las molestas indigestiones sin privarse de los deliciosos manjares de la época, evite los excesos, coma con moderación y no abuse de las bebidas alcohólicas.
Intoxicaciones alimentarias.- En ésta época muchas personas consumen alimentos fuera del hogar, lo que eleva la demanda de alimentos preparados y hace que proliferen sitios de producción y consumo que no reúnen las condiciones sanitarias requeridas.
Muchas personas sufren algún tipo de intoxicación alimentaria por ingerir alimentos contaminados que han sido mal manipulados durante su preparación.
Una cocción insuficiente, un recalentamiento impropio, o un congelamiento o refrigeración inapropiados, son algunas causas.
Los síntomas de una intoxicación alimentaria pueden manifestarse tan sólo unos minutos después de comer o hasta 36 horas más tarde.
Para evitar las intoxicaciones alimentarias, conviene lavarse las manos regularmente, lavar los alimentos crudos antes de consumirlos y adquirir los alimentos en lugares limpios y seguros.
Y en estas fechas de fin de año, las compras, la elección de los regalos, la preparación de la cena de noche buena, entre otras actividades, nos provocan estrés.
Muchas veces la cena de Navidad esta conformada por platos que tienen mucha grasa, abunda la carne o los dulces, sin pensar en el familiar o amigo que tal vez sea diabético, hipertenso o que adolece otra enfermedad y que no tiene licencia para comer de todo.
Diabéticos e hipertensos no tienen que privarse de la cena navideña ni ponerse tristes, puesto que hay alternativas saludables y deliciosas que degustar en navidad. Lo importante es comer porciones justas, que no sean abundantes, bajas en sal y en grasas, así como moderar el alcohol o evitarlo.
Disfruten la navidad comiendo sabroso pero saludable y recuerden que la moderación es lo recomendable.
Les DESEAMOS a nuestros amables lectores del SEMANARIO DISTINCIÒN, pasen unas felices FIESTAS de NAVIDAD Y AÑO NUEVO.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.

jueves, 10 de diciembre de 2009

Cuidados de la piel en invierno.

El invierno es una época en la que nuestra piel sufre un desgaste mayor, ya que recibe muchas agresiones provenientes del exterior y de las condiciones climatológicas.
Por este motivo tenemos que tener especial cuidado de ella en esta época del año, la piel está expuesta a varios factores agresivos: el frío, el viento, la calefacción y la intensa contaminación que pueden hacer daño a largo plazo.
Por eso hay que protegerla con cuidado no sólo para mantener un rostro más joven sino también para la salud.
La estación invernal maltrata el cutis a veces más que durante el verano.
El frío puede causar una deshidratación profunda de los tejidos y los cambios de temperatura y de humedad dificultan el mantenimiento del equilibro de la piel.
Esta merece un cuidado especial durante los días fríos para evitar las sensaciones de tirantez, las irritaciones y la sequedad.
Son frecuentes las descamaciones, sequedades, enrojecimiento, irritaciones… Todo un cúmulo de accidentes que hacen que la piel se envejezca antes y pierda su salud habitual.
Por esto es importante ante todo mantener una perfecta hidratación.
La piel debemos cuidarla tanto desde dentro como por fuera.
Antes de nada, y como hemos comentado anteriormente, lo primordial es hidratar desde dentro a través de la ingesta de líquidos.
El agua tiene que ser un aliado perfecto y un compañero, ya que no solo es beneficioso para la piel, sino también para el resto del organismo.
Pero no solamente la hidratación es fundamental, sino que tenemos que nutrir a la piel de colágeno que obtendremos a partir de alimentos como la gelatina animal.
Las vitaminas, en concreto la C tiene un papel importante en la protección de las células frente a los ataques del exterior. La podemos encontrar en cítricos principalmente.
A pesar de tener una buena alimentación el cuidado exterior de la piel es primordial para mejorar la oxigenación celular y evitar la formación de manchas o lesiones.
Es importante eliminar las células muertas que son las que causan en muchos casos el deterioro de la piel, ya que evitan la perfecta absorción de nutrientes y oxígeno.
Para ello realizaremos concienzudamente limpiezas mediante exfoliaciones que realizaremos una o dos veces a la semana para eliminar las células muertas.
A diario debemos limpiar el rostro por la mañana y por la noche para mejorar la absorción de las diferentes cremas que vamos a utilizar y favorecer la oxigenación.
Es absolutamente imprescindible la crema humectante, para la cual existen infinitas variedades dependiendo del gusto de cada persona, el agua caliente de la ducha, ayuda a abrir los poros de la piel, este es el mejor momento para humectarla, pues tendrá una mejor absorción.
Además, es imprescindible usar una crema con protectores solares y filtros que mantendrán aún más aislada la piel del exterior, no debemos olvidar que aún en invierno, los rayos ultra violeta atacan nuestro organismo, por esto, es imprescindible la aplicación de factores o bloqueadores solares.
Es importante que mantengamos una buena salud dérmica para evitar un envejecimiento prematuro.
El ejercicio y la buena alimentación mejorarán sustancialmente el estado de la piel, y es que el aumento de riego sanguíneo fomentará la oxigenación y estado de salud dérmico.
Es saludable conocer los secretos para el cuidado de la piel durante los meses invernales.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.

martes, 1 de diciembre de 2009

Informaciòn sobre La Resaca

Ya se aproximan las festividades propias del mes de Diciembre: Posadas, Navidad y fin de año, fechas en que aumenta el consumo de bebidas alcohólicas, por lo que es conveniente tener informaciòn sobre éste tema.
Se conoce con el nombre de resaca un trastorno que se puede presentar después de haber consumido bebidas alcohólicas y una vez que el alcohol ha estado ya metabolizado.
El organismo se protege de la intoxicación y segrega unas enzimas que metabolizan y desechan las toxinas.
Algunos estudios revelan que la resaca es debida a los procesos metabólicos del hígado, los efectos diuréticos del alcohol y la disminución del azúcar en sangre.
Sin embargo, cuando los niveles de sustancias tóxicas son excesivos, la capacidad del organismo para metabolizar es menor y se producen los síntomas clásicos de resaca.
Las personas que ingieren alcohol en dosis elevadas pueden presentar distintos grados de deshidratación debido a su efecto diurético.
Es frecuente experimentar una resaca la mañana siguiente a una noche en la que se ha ingerido una gran cantidad de alcohol.
Se sabe que la intensidad de la resaca es más elevada cuando el consumo de alcohol ha sido más alto.
Otros factores que incrementen la gravedad de la resaca son una baja ingesta de alimentos, reducción de la calidad y la cantidad del sueño (dormir poco y mal), aumento de la actividad física mientras se bebe alcohol, deshidratación, y mal estado físico.
El alcohol es el principal factor relacionado con la aparición de la resaca, la mejor manera de prevenirla es moderar el consumo de bebidas alcohólicas o abstenerse de consumirlas.
La mayor parte de la gente experimenta dolor de cabeza y una sensación de malestar, aunque hay personas que experimentan también diarrea, disminución de la sensación de hambre, temblores, fatiga o náuseas, disminución del rendimiento laboral, de la capacidad cognitiva y de las habilidades visuales.
Mucho cansancio y dolor muscular estas alteraciones pueden interferir con el cumplimiento de tareas y responsabilidades de la vida diaria.
Se sabe que los licores incoloros (como el ron blanco, el vodka o la ginebra) provocan menos resaca que otras bebidas de color más oscuro como el vino, el coñac o el whisky.
Esto se deba a que el vino negro contiene sustancias tóxicas propias del proceso de fermentación a las que son sometidas.
Estas sustancias le dan sabor y color a las bebidas, pero son las responsables de desencadenar la resaca y a que el dolor de cabeza sea mayor.
En cambio las bebidas alcohólicas más caras se elaboran tras un proceso muy riguroso de destilación, el cual filtra un elevado porcentaje de sustancias tóxicas. Algunos de estos licores se destilan de tres a cuatro veces con lo que el peligro de sufrir resaca es menor.
Un dato curioso es que el alcohol tiene la característica de poder ser absorbido rápidamente y puede alcanzar los niveles máximos en sangre entre 20 y 120 minutos después de su ingesta.
En la intoxicación etílica se pueden diferenciar dos cuadros, uno de ellos es una intoxicación etílica ligera y el segundo es la intoxicación grave con pérdida de la conciencia, en donde el individuo no puede despertarse ni siquiera ante estímulos externos y en ocasiones con lamentables consecuencias.
Se conocen ciertas medidas que pueden reducir la gravedad de la resaca cuando se bebe alcohol:
1.-Seguir una dieta equilibrada que garantice una correcta alimentación.
2.- Dormir las horas necesarias Moderar la actividad física (hacer ejercicio, bailar...) mientras se bebe alcohol, y reposar periódicamente.
3.-Evitar la deshidratación tomando agua u otras bebidas sin alcohol.
4.- Ingerir algún alimento rico en glucosa (galletas, caramelos, zumos de fruta...) mientras se consumen bebidas alcohólicas
5.-Consumir alimentos y bebidas que contengan fructosa, como un jugo de frutas o miel, ya que existe alguna evidencia de que la fructosa ayuda al cuerpo a metabolizar el alcohol más rápidamente, es decir, a eliminarlo del cuerpo con mayor rapidez.
La mejor forma de no tener resaca será siempre el beber de una forma moderada, para no tener repercusiones en su salud.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.