Se conoce con el nombre de resaca un trastorno que se puede presentar después de haber consumido bebidas alcohólicas y una vez que el alcohol ha estado ya metabolizado.
El organismo se protege de la intoxicación y segrega unas enzimas que metabolizan y desechan las toxinas.
Algunos estudios revelan que la resaca es debida a los procesos metabólicos del hígado, los efectos diuréticos del alcohol y la disminución del azúcar en sangre.
Sin embargo, cuando los niveles de sustancias tóxicas son excesivos, la capacidad del organismo para metabolizar es menor y se producen los síntomas clásicos de resaca.
Las personas que ingieren alcohol en dosis elevadas pueden presentar distintos grados de deshidratación debido a su efecto diurético.
Es frecuente experimentar una resaca la mañana siguiente a una noche en la que se ha ingerido una gran cantidad de alcohol.
Se sabe que la intensidad de la resaca es más elevada cuando el consumo de alcohol ha sido más alto.
Otros factores que incrementen la gravedad de la resaca son una baja ingesta de alimentos, reducción de la calidad y la cantidad del sueño (dormir poco y mal), aumento de la actividad física mientras se bebe alcohol, deshidratación, y mal estado físico.
El alcohol es el principal factor relacionado con la aparición de la resaca, la mejor manera de prevenirla es moderar el consumo de bebidas alcohólicas o abstenerse de consumirlas.
La mayor parte de la gente experimenta dolor de cabeza y una sensación de malestar, aunque hay personas que experimentan también diarrea, disminución de la sensación de hambre, temblores, fatiga o náuseas, disminución del rendimiento laboral, de la capacidad cognitiva y de las habilidades visuales.
Mucho cansancio y dolor muscular estas alteraciones pueden interferir con el cumplimiento de tareas y responsabilidades de la vida diaria.
Se sabe que los licores incoloros (como el ron blanco, el vodka o la ginebra) provocan menos resaca que otras bebidas de color más oscuro como el vino, el coñac o el whisky.
Esto se deba a que el vino negro contiene sustancias tóxicas propias del proceso de fermentación a las que son sometidas.
Estas sustancias le dan sabor y color a las bebidas, pero son las responsables de desencadenar la resaca y a que el dolor de cabeza sea mayor.
En cambio las bebidas alcohólicas más caras se elaboran tras un proceso muy riguroso de destilación, el cual filtra un elevado porcentaje de sustancias tóxicas. Algunos de estos licores se destilan de tres a cuatro veces con lo que el peligro de sufrir resaca es menor.
Un dato curioso es que el alcohol tiene la característica de poder ser absorbido rápidamente y puede alcanzar los niveles máximos en sangre entre 20 y 120 minutos después de su ingesta.
En la intoxicación etílica se pueden diferenciar dos cuadros, uno de ellos es una intoxicación etílica ligera y el segundo es la intoxicación grave con pérdida de la conciencia, en donde el individuo no puede despertarse ni siquiera ante estímulos externos y en ocasiones con lamentables consecuencias.
Se conocen ciertas medidas que pueden reducir la gravedad de la resaca cuando se bebe alcohol:
1.-Seguir una dieta equilibrada que garantice una correcta alimentación.
2.- Dormir las horas necesarias Moderar la actividad física (hacer ejercicio, bailar...) mientras se bebe alcohol, y reposar periódicamente.
3.-Evitar la deshidratación tomando agua u otras bebidas sin alcohol.
4.- Ingerir algún alimento rico en glucosa (galletas, caramelos, zumos de fruta...) mientras se consumen bebidas alcohólicas
5.-Consumir alimentos y bebidas que contengan fructosa, como un jugo de frutas o miel, ya que existe alguna evidencia de que la fructosa ayuda al cuerpo a metabolizar el alcohol más rápidamente, es decir, a eliminarlo del cuerpo con mayor rapidez.
La mejor forma de no tener resaca será siempre el beber de una forma moderada, para no tener repercusiones en su salud.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.
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