El oído de nadador es una inflamación, irritación o infección de la parte externa del oído y del conducto auditivo externo.
El término médico para oído de nadador es otitis externa.
Es bastante común, especialmente entre niños, adolescentes y adultos jóvenes.
El agua que queda atrapada en el canal auditivo (al nadar, por ejemplo) puede proporcionar una fuente para el crecimiento de bacterias y hongos.
El agua que queda atrapada en el canal auditivo (al nadar, por ejemplo) puede proporcionar una fuente para el crecimiento de bacterias y hongos.
Otras posibles causas de esta infección incluyen las siguientes: Estar en lugares templados y húmedos, limpieza brusca del canal auditivo, traumatismo en el canal auditivo, piel seca del canal auditivo, cuerpos extraños en el canal auditivo.
Ausencia de cerumen (cera del oído) , eczema y otras formas de dermatitis.
También se puede inflamar si entra arena o basura al conducto del oídoEn algunas ocasiones, el oído de nadador está asociado con infección del oído medio (otitis media) o infecciones de las vías respiratorias altas, como los resfriados.
La otitis del bebé es más difícil detectar por las madres ya que dicha infección no se percibe externamente hasta que el oído no supura, el bebé tiene fiebre o se toca continuamente con la mano en el oído.
Con lo cual, es importante acudir a las revisiones periódicas del pediatra y en caso de que el niño haya tenido antecedentes, aumentar las precauciones cada verano.
En verano, las personas que ya han padecido problemas de oído, y sobre todo los niños, las personas mayores y los nadadores, deben estar más atentos y conocer una buena higiene preventiva.
En verano, las personas que ya han padecido problemas de oído, y sobre todo los niños, las personas mayores y los nadadores, deben estar más atentos y conocer una buena higiene preventiva.
Algunas medidas preventivas pueden ser :
Mantenga los oídos secos y limpios, y no permita el ingreso del agua al oído al ducharse, echarse champú o bañarse en la tina.
Mantenga los oídos secos y limpios, y no permita el ingreso del agua al oído al ducharse, echarse champú o bañarse en la tina.
Seque los oídos cuidadosamente después de haber estado expuesto a la humedad.
Los bastoncillos de algodón (cotonetes) no se recomiendan debido a que presionan el cerumen hacia el interior y pueden provocar perforaciones.
Evite nadar en aguas contaminadas y usar tapones de oídos al nadar.
Además de la limpieza periódica de los oídos, también se aconseja que durante la inmersión en el agua los cubran siempre con bandas de neopreno o que utilicen tapones en caso de que lo requieran.
Los síntomas de la otitis de nadador pueden parecerse a los de otras condiciones o problemas médicos.
Siempre consulte a su médico de preferencia a un otorrinolaringologo para obtener un buen diagnóstico y tratamieto.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.
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