La leucemia es una enfermedad maligna originada en la médula ósea y se caracteriza por el crecimiento desordenado y descontrolado de células sanguíneas.
Los glóbulos rojos,los blancos y las plaquetas se forman en la parte esponjosa de los huesos. El hueso esponjoso está relleno de médula roja (médula ósea) que produce las células sanguíneas.
La Leucemia se presenta de dos maneras: Mieloide y Linfoide, radicando su principal diferencia en el tipo de células que están involucradas.
Se clasifican en Agudas y Crónicas y se distinguen cuatro subtipos: Leucemia Linfoblástica Aguda, Leucemia Mieloblástica Aguda, Leucemia Linfática Crónica y Leucemia Mieloide Crónica.
Se clasifican en Agudas y Crónicas y se distinguen cuatro subtipos: Leucemia Linfoblástica Aguda, Leucemia Mieloblástica Aguda, Leucemia Linfática Crónica y Leucemia Mieloide Crónica.
El origen de la enfermedad se desconoce, pero existen algunos factores asociados a su desarrollo: radiaciones, productos químicos, medicamentos, factores genéticos, virus, etc.
La leucemia linfoblástica Aguda es más frecuente en los niños que en los adultos. Sin embargo, las leucemias Mieloblásticas Agudas son más frecuentes conforme aumenta la edad.
La deficiencia de glóbulos rojos lleva a la anemia, así como la falta de glóbulos blancos normales impide la posibilidad de defenderse de las infecciones, y la de plaquetas predispone al sangrado.
El diagnóstico de las leucemias agudas con frecuencia se sospecha por la sintomatología clínica (hemorragias, palidez intensa, infecciones, fiebre elevada...). La confirmación del diagnóstico se realiza mediante análisis de sangre y punción de la médula ósea.
Algunos ejemplos de factores de riesgo relacionados con el estilo de vida para algunos tipos de cáncer incluyen el hábito de fumar, una dieta baja en fibra o la exposición sin protección a la luz solar intensa.
En general, existen pocos factores de riesgo ambientales conocidos para las leucemias crónicas. Los factores de riesgo ambientales son influencias en nuestro alrededor, tales como la radiación, sustancias químicas e infecciones.
Un grupo de científicos británicos descubrió la mutación genética que origina la leucemia en los niños gracias al seguimiento de dos gemelas, una afectada por la enfermedad y otra sana.
El descubrimiento abre el camino a la investigación de tratamientos menos agresivos, más cortos y que sólo atacarían a las células que originan el mal.
La quimioterapia incluye la combinación de drogas que destruyen las células leucémicas directamente, o bloquean su capacidad de reproducirse.
El tratamiento de soporte cumple un papel importante, protegiendo al paciente, permitiéndole al mismo sobrepasar el período crítico necesario para que los beneficios de la quimioterapia hagan efecto. Este tratamiento de soporte incluye antibióticos, aislar al paciente de gérmenes, transfusiones de plaquetas y glóbulos rojos.
La leucemia infantil se presenta ente los 2 y 10 años de edad, por ello es recomendable realizar visitas periódicas al medico pediatra para descubrir a tiempo esta o otras enfermedades y actuar a tiempo para evitar su avance.
También se sugiere un tratamiento naturista y alimentario recomendado por un nutriólogo que ayunde al paciente a mantener activo su aparato inmunológico para así ayudar a su completa recuperación.
Dra. Alma Villarreal Navarrete.
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